Viaje por el Bosque animado de Oma

El viaje que nos adentrará en el bosque de Oma, comienza en el Parking que hay situado al lado del Restaurante Lezika, una vez aparcas el vehículo y te pertrechas con tu mochila, te diriges hacia una cuesta abajo que te lleva por todo el valle de Oma hasta cerca de una antigua ferrería, unos 500 metros antes de llegar a la ferrería, se encuentra la entrada al bosque animado desde la parte baja del valle, allí y tras un pequeño ascenso, se comienzan a ver los primeros signos de la obra de Agustín Ibarrola, que pintó los árboles del bosque para que desde una posición determinada pudieses distinguir un dibujo en particular, lo extraordinario de esto no es el dibujo en sí sino la capacidad de Agustin Ibarrola de hace coincidir los trazos realizados en los árboles para que puedas ver la figura que plantea....


E de reconocer que el más frecuente de los errores que cometemos a la hora de mirar la obra de Agustín es no tener en cuenta el punto de vista del autor, y no, no me refiero a lo que el puede pensar de la obra, sino de la altura a la que Agustín mira la obra.... importante, ya que sino caes en la cuenta de ese aspecto veras que las imágenes proyectadas por el autor no coinciden, este es un error de cual me costó darme cuenta.... .

Y todas las apreciaciones las realizas en un marco incomparable que es el valle de Oma, el cual es el sitio perfecto para pasar una mañana de festivo paseando en plena naturaleza, disfrutando de un paisaje inconmensurable
al cual el autor, dotó de habitantes mágicos y de un sentido de convivencia entre la naturaleza y la presencia humana.... .

Una vez has recorrido el bosque de Oma ya te pones de camino de vuelta hacia el parking, puedes disfrutar de un agradable paseo deleitándote con las vistas que el paisaje ofrece, mientras desciendes de manera suave y entre grandes campas verdes con trozos de roca fragmentada. 

Y ahí donde empezó la ruta por el valle de Oma, a los pies de las cuevas de Santimamiñe, donde, a la sombra que proporcionan los árboles que allí se encuentran y con el sonido de las pequeñas cascadas de la zona; alrededor de una mesa, comes y disfrutas de lo que es, para mí, uno de los mejores momentos de relajación de los cuales se puede disfrutar.....